El secretario de la UCIP, Blas Taladrid, reconoce que el gobierno, con sus recientes medidas, ya implementadas o proyectadas, está atendiendo reclamos que el sector comercial y empresario venía formulando desde hace tiempo.
Por Oscar Lardizábal
Un optimismo cauto, muy cauto. Tal la sensación que impera en el comercio y las Pymes de Mar del Plata en el momento crítico de hacer el balance de los doce meses y plantear las perspectivas del año que llega. Tiempo aún más crítico porque comienza la temporada, y simultáneamente el gobierno nacional impulsa reformas que trazarán un nuevo marco económico para los próximos años. “Estamos observando una desaceleración en la caída de ventas…tal vez ya estemos en una meseta”, dice a LA CAPITAL el secretario de la Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP), Blas Taladrid, al requerírsele un análisis sobre esta instancia de transición para empresarios, comerciantes y trabajadores.-
-¿Empezamos con el balance del año?
-Partimos de un año 2016 con una fuerte caída de ventas interanual. Con las encuestas que mes a mes realizamos con el Departamento de Estudios Sociales y Económicos de la UCIP, veíamos una y otra vez una caída en las ventas superior al 10 por ciento. Así era, mes a mes. Durante el 2017 continuó el descenso pero, informe tras informe, pudimos observar una desaceleración, hasta encontrar lo que ahora parece una meseta.
-¿Qué factores incidían para que se diera esa realidad?
-A los comerciantes hubo dos cosas que los afectaron muchísimo en el 2016 y parte del 2017: por un lado la caída de las ventas y los ingresos y, por el otro, el incremento de los costos, especialmente lo que tiene que ver con los gastos fijos. Principalmente en Mar del Plata se dio una suba importante en el valor de los alquileres. Y luego influían los salarios, pero no por el nivel de estos, si no por el costo, digamos así, extra salarial, que tiene que ver con la cuestión impositiva y las cargas sociales. Esto ha ocasionado un movimiento particular en la ciudad (ya digo, en el 2016 y parte del 17): hubo un desempleo por goteo, determinado por casos como el siguiente: un comercio o una empresa, donde se jubilaba una persona o que renunciaba, el dueño, el empresario, no la reponía. Tal desempleo por goteo podría estar revirtiéndose según las estadísticas más recientes.
El gobierno
-¿Qué sucede ahora? ¿La evolución común de un proceso recesivo o el impacto de una nueva política?
-Ahora, hacia fin de este 2017, nos encontramos con una serie de normas que viene impulsando el gobierno, en algunos casos –debemos reconocerlo– dando respuestas a pedidos que se han realizado desde el sector. Vemos por caso la ley de Riesgos del Trabajo, ante la que se produjo ya la adhesión de la provincia de Buenos Aires. La nueva legislación da previsibilidad al empleador, y esto influye en el momento en que el empleador decide si habrá de incorporar más personal o no.
-¿Desde el sector comercial y empresario de la ciudad cómo se analizan las medidas económicas que ya adoptó o intenta concretar el gobierno mediante el envío de leyes al Congreso Nacional?
-Estamos expectantes respecto de cómo pueden llegar a impactar reformas como la que se están dando a nivel nacional, la previsional, la laboral también. Por ahora vemos nuevas normas laborales que venían siendo reclamadas por nuestro sector, pero esperando con responsabilidad social que las flexibilidades en el campo del trabajo contribuyan al empleo y no al revés, que sea el desempleo el que aumente con el agravante de una disminución de la demanda interna. Esta demanda interna debería mantenerse o crecer gracias al poder adquisitivo de la gente. Así, el comercio seguirá vendiendo, y si esto sucede el comercio adquiere productos de la industria, y ésta en cuanto más produce requiere más productos del sector primario.
-¿Y a modo de perspectiva del año que está llegando?
-El empresario como todo emprendedor siempre tiene la capacidad de observar el medio vaso lleno y recrear el optimismo año tras año, pese a todas las dificultades. Las esperanzas de que las cosas mejoren están. Esperemos verlas convertidas en realidades. Veremos en los plazos mediato y largo qué resultados tendrán las medidas que se están tomando, que en principio, en lo inmediato, han tenido un impacto no tan bueno en ciertos casos.
Ingresos Brutos
-El cambio de Ingresos Brutos es muy esperado por el sector empresario, ¿no es así?
-La ley impositiva todavía debe sancionarse. Desde nuestro sector siempre se ha cuestionado el Impuesto a los Ingresos Brutos porque es un impuesto en cascada. Hemos observado en los últimos años voracidad fiscal en las distintas provincias. E ingresos brutos es un tributo considerado por las empresas y los mismos especialistas como un impuesto regresivo que debería eliminarse. Porque el efecto cascada hace que cuanto más eslabones tenga la cadena de valor de un producto, se vuelve a pagar en cada uno de esos eslabones y así el acumulado final es muy grande.
-¿Qué opinión van generando las medidas que se están tomando a nivel de la Provincia?
-Vemos como muy beneficioso para la ciudad los desarrollos que se vienen haciendo respecto de la temporada de verano. Recordemos que en el mes de octubre, la gobernadora juntó a varios de los sectores que tienen que ver con el Turismo en la ciudad, también pidiendo un esfuerzo de los privados, pero a la vez comprometiendo al sector público con una importante iniciativa promocional. Y fue así, al punto que surgieron algunos cuestionamientos desde otros municipios que no veían el mismo énfasis de atención que estaba recibiendo Mar del Plata.
Turismo
-Se justifica este apoyo a Mar del Plata y su entorno…
-Sí, Mar del Plata lo merece de cara a una nueva temporada, porque las dos temporadas anteriores no fueron buenas para la ciudad. Y este impulso que se le quiere dar ahora al verano de Mar del Plata es muy bueno porque, aún cuando residimos en un centro de actividades durante los 12 meses, lo que sucede en diciembre, enero y febrero sigue siendo un factor gravitante en la economía de la región.
-¿Hay optimismo, entonces?
-Mejor decir que hay que mantener el optimismo. En vez de pensar en las dos temporadas anteriores, mejor creer en un buen resultado de ese impulso que se proclama y propone desde la provincia de Buenos Aires.
-Claro que no todo depende de esa promoción provincial.
-Naturalmente: a veces nos encontramos con situaciones que exceden las políticas locales. Hoy ya cambiaron y siguen cambiando las modalidades de turismo. El formato de las vacaciones de los argentinos continúa transformándose. Estamos en tiempos de una globalización, con numerosísimas posibilidades de destinos de viaje para elegir.
-¿El factor cambiario otra vez puede ser determinante?
-Se han vendido muchos paquetes turísticos de antemano con lo cual. Es cierto que influye el tipo de cambio. Este se está moviendo ahora, pero ocurre que muchos planes de viajes al exterior ya fueron pactados hace tiempo, y con otro valor del dólar. También los precios de otros mercados impulsan a los viajes que combinan el esparcimiento con las compras.
-Para finalizar, ¿cómo se puede explicar esa transformación en los hábitos turísticos?
-El nuevo estilo de tomar más de unas vacaciones en el año pero por pocos días, de tres a cinco o seis días solamente, hace que prestemos atención a la falta de conectividad que todavía afecta a Mar del Plata. En otro tiempo, el turismo de Mar del Plata se nutría en un porcentaje considerable de gente proveniente de centros de alta densidad poblacional como Mendoza, Tucumán, Córdoba, Rosario. Pero en las últimas temporadas, en más del 85 al 90 por ciento de los veraneantes han provenido de Capital, Conurbano y la misma provincia de Buenos Aires. El porcentaje de otros orígenes se redujo en una gran medida. De aquí es muy valioso que se trabaje en mejorar la conectividad aérea. Esto haría que mejore la participación del interior. Imagínense: alguien de Mendoza o de Salta que quiere venir en auto o colectivo a Mar del Plata y dispone de sólo una semana. Los viajes de ida y de vuelta le demandan cuando menos tres días. De tener la ciudad una mejor conectividad aérea con los distintos puntos del país, esa participación desde el interior mejoraría muchísimo. Mar del Plata necesita recuperar el consumo que genera el turismo interno. Y contrarrestar también el factor cambiario que hace que desde el NOA se vaya a Chile, desde el NEA a Brasil y desde Capital u otros centros del país, se busquen otros destinos internacionales